jueves, 8 de septiembre de 2011

las Primeras civilizaciones

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES

¿Qué es la civilización? Es un tipo de sociedad más compleja que las comunidades neolíticas que comenzó a surgir a partir del IV milenio a. de C. Sus principales características eran las siguientes:
·         Una parte de la población vivía en ciudades y no se dedicaba al cultivo de la tierra.
·         La producción agrícola había de ser, por tanto, suficientemente abundante, como para proporcionar un excedente que permitiera alimentar a ese sector no agrario de la población.
·         Existía un intercambio de productos entre el campo y la ciudad.
·         Había una división del trabajo: unos eran campesinos, otros artesanos, comerciantes, sacerdotes, guerreros, comienzan a trabajar la metalurgia (cobre y posteriormente bronce)...
·         No todas las ocupaciones tenían la misma consideración social. Un pequeño grupo de poderosos se destacaba del resto por su autoridad religiosa o militar, y por haberse convertido en propietarios de grandes extensiones de tierras.
·         Para contabilizar los ingresos de los poderosos y para fijar las formulas religiosas empezó a usarse la escritura. Su conocimiento era signo de distinción social.

Fue en el Medio Oriente donde se produjo el transito hacia las primeras civilizaciones.
Estas primeras civilizaciones surgieron en los valles de algunos ríos: Egipto, Mesopotamia, India y China. Se denominan civilizaciones fluviales porque dependían estrechamente de los ríos, para su agricultura y para sus comunicaciones.
            En el IV milenio a. de C. comenzó el desarrollo de la civilización mesopotámica, en la llanura de los ríos Eufrates y Tigres, y de la civilización egipcia, en el Valle del Nilo.


            EGIPTO
           
Los numerosos restos arqueológicos y documentos escritos hallados en Egipto, nos han permitido conocer aspectos de la vida de aquellos hombres que crearon una civilización de las más antiguas y duraderas del mundo, la cual perduró independientemente hasta el I milenio a. de C.
Por sus condiciones geográficas, Egipto hubiera sido un país totalmente árido y desértico, de no ser por la acción del Nilo que gracias a sus periódicas inundaciones entre julio y septiembre provoca una extraordinaria fertilidad en sus márgenes, lugar donde se asentó una floreciente civilización.
            Es precisamente esa la causa de que la base de la economía egipcia sea la agricultura, una agricultura de carácter diversificado. Las tierras trabajados por los campesinos son del faraón, quien las cede a sus súbditos a cambio de tributos. Se sabe que también florecieron la artesanía y el comercio. En la primera destaca la producción de cerámicas y papiros. En cuanto al comercio, hay que señalar que fue activo, exportando trigo, telas y alfarería e importando materias primas como la madera y ciertos metales. Todas esas operaciones mercantiles disponían de un buen sistema de transportes, utilizaban las largas caravanas que atravesaban el desierto y las navegaciones. Empleaban en sus transacciones notables técnicas de contabilidad. Sin embargo carecen de moneda y se sirven del trueque o acción de cambiar una cosa por otra.
            La sociedad egipcia presenta una fuerte jerarquización por estamentos sociales:
  1. En la cúspide de la sociedad se hallaba el faraón, dueño de todas las tierras. Y un doble poder, tanto en lo material como en lo espiritual. Por lo que se daba un sistema de poder autoritario, basado en la creencia religiosa: el faraón era el hijo de  Dios. Por lo que merecía la adoración y obediencia absoluta, concentrándose en su persona los poderes económico, político y religioso.
  2. Por debajo se hallan los nobles y los sacerdotes, quienes recibían del faraón grandes donaciones de tierras, participando en la tarea de gobierno.
  3. Los escribas, eran funcionarios públicos, comerciantes y campesinos. Tenían muy pocos privilegios sociales.
  4. Los esclavos se encontraban en el último lugar de la escala, quizá era el sector más numeroso de la población, cuya vida y el producto de su trabajo pertenecían íntegramente al amo.

Los egipcios fueron una sociedad muy religiosa. Al ser una sociedad agrícola y ganadera no es de extrañar que sus numerosos dioses sean divinaciones de elementos de la Naturaleza: Ra, el sol; Seth, dios de las tinieblas; Isis, diosa de la fecundidad de las tierras.
Creían que adorando a los dioses conseguirían la inmortalidad, ya que el alma de difunto se presenta nada más abandonar el cuerpo ante el tribunal del dios Osiris, donde es interrogada y juzgada. Si la sentencia es favorable puede regresar al cuerpo, a condición de que se halle en buen estado; de ahí el sumo interés por el embalsamiento y la momificación de los cadáveres para la religión egipcia. A fin de facilitar dicho viaje, los sacerdotes vendían fórmulas escritas en papiros.
Los egipcios aseguraban la perduración de sus construcciones funerarias y templos (construidos para dioses o muertos; debían de ser eternas) gracias al uso de piedras de gran tamaño. Contrariamente sus construcciones eran de ladrillo (material menos consistente al paso del tiempo).

GRECIA

Un pueblo de la Antigüedad, es el griego, el cual  ha servido de modelo a la civilización occidental desde el Renacimiento. Los restos que conservamos de esta civilización son mucho más numerosos y complejos que los de las civilizaciones del Oriente Medio. Existen abundantes restos arqueológicos del mundo griego clásico y sobre todo conocemos muchos textos escritos en una lengua, el griego clásico, perfectamente conocida y estudiada desde la época en que fueron escritos hasta nuestros días. Los textos y restos arqueológicos nos dan una visión muy completa de los griegos a partir del siglo VIII a. de C. Pero hay constancia de que fue a partir del segundo milenio a. de C. cuando los griegos llegaron del norte en sucesivas invasiones.
A los primeros que llegan se les da el nombre de aqueos. Eran guerreros todavía bárbaros que arruinaron a finales del siglo XV a. de C. la civilización que se desarrollaba en la isla de Creta. A partir de esta fecha los Aqueos desarrollaron una brillante civilización en el Peloponeso (Grecia). Allí se levantó la más poderosa de las ciudades aqueas: Micenas.
Nuevos invasores que descendían del norte vencieron a los aqueos. Eran los Dorios, que conquistaron Grecia en el siglo XII a. de C., gracias a la superioridad militar de sus armas de hierro·.  Su invasión fue terrible por las destrucciones que acarreo y numerosos Aqueos, huyeron hacia las costas de Asia Menor.



· El hierro fue descubierto por el pueblo de los hititas, pueblo que creció en el II milenio a. de C. en Asia Menor. La técnica de la forja de hierro fue guardada celosamente, por lo que tardó en extenderse.
Grecia estaba dividida políticamente en múltiples estados independientes, a los que los griegos llamaban polis, palabra que podemos traducir por ciudad-estado. La ciudad griega estaba constituida por un grupo de hombres que habitaban un territorio pequeño que comprendía el núcleo urbano y el campo. Esos hombres obedecían todos las mismas leyes y adoraban a los mismos dioses.
Entre las diversas polis había grandes diferencias, tanto en la vida corriente como en la vida política. Algunas, como Esparta, estaban gobernadas por familias influyentes, eran aristocracias. Otras, como Atenas daban a sus ciudadanos las posibilidad de participar en el gobierno, eran democracias.
Cada ciudad buscaba la manera de dominar a las otras; por lo que a menudo se producían guerras entre ellas.
 A pesar de las permanentes rivalidades se sentían unidos por una civilización común y se denominaban a si mismos helenos, y daban el nombre de bárbaros a los habitantes del resto del mundo.
Del s. VIII al s. VI a. de C. numerosos griegos dejaron sus ciudades y se dirigieron a fundar ciudades nuevas por todos los  rincones del mar Mediterráneo. Se denominaban colonias.
Los griegos abandonaban su patria por muchas razones:
·         Las tierras que cultivaban eran pobres e insuficientes para una población en crecimiento.
·         La mayor parte del suelo pertenecía a las familias ricas.
·         Sus dominios pasaban íntegros al primogénito.

Los colonos elegían en las riberas del mar una llanura fértil y un lugar favorable para establecer un puerto. En su nueva ciudad conservaban los dioses y las leyes de su antigua ciudad o metrópoli, pero se mantenían independientes de ella. Cultivaban su tierra y enviaban los excedentes de trigo y ganado a su metrópoli. Esta les mandaba vino, aceite y objetos manufacturados. Así surgió un intenso comercio.
El comercio entre la metrópolis y sus colonias fue una fuente de riqueza para todos los griegos. Y se vio favorecido por el uso creciente de la moneda, inventada recientemente
La democracia ateniense.
En el s. VIII a. de C., Atenas, como la mayor parte de las ciudades griegas, era un estado aristocrático, es decir, gobernado por un pequeño número de nobles. En el s. V a. de C. ya se había convertido en una democracia, un estado en el que los ciudadanos participaban en el gobierno. En ese intervalo de tiempo la ciudad experimento profundas transformaciones en su economía gracias al comercio nombrado anteriormente. También aparecieron nuevas clases sociales y nuevas formas de entender la defensa y la organización de la ciudad.               
El Gobierno La democracia ateniense exigía que todas las decisiones fueran tomadas por los ciudadanos.
Una asamblea popular reunía a aquellos ciudadanos que querían ir a proponer, discutir y votar las leyes.
Como no se podía reunir todos los días a todos los ciudadanos, 500 de entre ellos eran elegidos por sorteo para formar un Consejo que se encargaba de preparar el trabajo para la Asamblea.
Los magistrados se ocupaban durante un años de ejecutar las decisiones tomadas por el pueblo. Eran sacados por sorteo entre los componentes de la Asamblea, excepto los diez estrategas, que eran elegidos para dirigir el ejército, la armada y la política exterior.

La justicia. El tribunal más importante de Atenas era el Helieo. Este estaba compuesto por 6000 ciudadanos sacados a sorteo cada año. Los jueces escuchaban, sin decir nada, al acusador y al acusado, después decidían mediante un voto si el acusado era o no culpable. Las causas criminales las juzgaba un tribunal especial.

Los limites de la democracia ateniense. Atenas era para los pueblos de la antigüedad, la ciudad democrática por excelencia, porque todos los ciudadanos eran libres y poseían los mismos derechos políticos. Pero en realidad los ciudadanos no constituían más que la décima parte de la población de Ática. Los demás habitantes: las mujeres, esclavos y extranjeros, no tenían derecho a ningún derecho político.

LECTURA
La  democracia ateniense presentada por Pericles·
“Nuestra constitución no tiene nada que envidiar a las leyes de los otros estados, y hasta hemos sido nosotros más bien modelo para algunos antes que imitadores de otros. Y dado que el poder es ejercido, no en interés de unos pocos, sino en interés de muchos, de los más, nuestra constitución se llama democracia. Según la ley a todos se les reserva el mismo trato en los conflictos privados. Y la preferencia en los cargos públicos se concede no tanto en consideración al partido sino a los méritos del candidato, a la estima de que goza. Ni la pobreza, ni la oscuridad de su nacimiento impiden a un ciudadano capaz el servir a su ciudad...”
Tucídides, historiador griego del siglo V a. de C.



· Pericles fue un gran político ateniense. Defensor de la democracia, hizo de Atenas una de las ciudades más poderosas de Grecia. Fue elegido como estratega quince veces consecutivas, gracias a la confianza que inspiraba entre los atenienses.
Los Dioses griegos.
El arte griego.
Guerras.
Desde el nacimiento de la democracia ene. Año 510 a. de C. hasta el fin de su independencia, dos siglos más tarde, Atenas estuvo casi constantemente en guerra.
Contra los persas (Guerras Médicas) se cubrió de gloria y triunfo en las batallas de Maratón y Salamina. El poder de su flota y de su ejército le permitió reunir contra los persas una coalición de ciudades griegas: La Liga de Delos. Una vez alejado el peligro persa, Atenas continua exigiendo importantes sumas de dinero alas ciudades aliadas de La Liga. Las empleó para embellecer la ciudad y para ayudar a sus ciudadanos más pobres. Estas ciudades se rebelaron y terminaron con la dominación ateniense en el 404 a. de C. después de un período de guerras civiles conocidas con nombre de  guerras del Peloponeso.  Estas luchas debilitaron a las ciudades griegas y especialmente a Atenas. Grecia fue invadida por Filipo, Rey de Macedonia en el 338 a. de C. y sus ciudadanos perdieron la libertad e independencia.

Grecia se convirtió en una monarquía unificada, por primera vez. El hijo de Filipo, Alejandro el Magno, reinó en Grecia entre el 336 y el 323 a. de C. Venció a los persas y se apoderó de su inmenso imperio, que se extendía desde el Mediterráneo a al India. La civilización griega y la oriental se mezclaron naciendo la llamada civilización  helenística.
Alejandro murió muy joven, dejando incompleto su gran proyecto universal, de reunir a griegos y orientales en un solo estado en el que se fundieran las experiencias de la antigüedad.
Después de su muerte el imperio creado se dividió en varios reinos: las monarquías helenísticas. La prosperidad y el esplendor de algunas ciudades, como Alejandria, permitieron el desarrollo de las ciencias y de las artes. En los siglos II y I a. de C. los reinos helenísticos fueron conquistados, uno a uno, por los romanos.

Laura Gascón 

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lunes, 5 de septiembre de 2011

Los Hebreos


Hebreos

Originarios de la Baja Mesopotamia, se dirigieron, conducidos por Abraham, hacia el siglo XIX a. C. hacia Palestina, llamada Canaán, una región cálida, situada entre el desierto de Arabia y el mar, donde sólo llueve en invierno, y por lo tanto hay grandes extensiones de tierras áridas, distinguiéndose cuatro regiones: las costas del mar Mediterráneo, las montañas de Galilea, Samaria y Judea, los valles y el desierto.
Los hebreos, pueblo de origen semita y conformado por pastores nómades, estaban organizados en 12 tribus.
Por medio de la violencia o fusionándose con otros pueblos fueron ocupando el territorio palestino, tomando cada una de las tribus territorios bajo su dominio.
Cada tribu estaba gobernada posiblemente por un consejo de ancianos y ante conflictos de gravedad extrema como una guerra o crisis interna, se elegía un Juez o líder. Uno de sos líderes fue Moisés, quien logró liberar a su pueblo del cautiverio egipcio al que se vieron sometidos y recibió de dios, las Tablas de la Ley, en el monte Sinaí.
Su lugarteniente, Josué, que había dirigido la conquista del territorio, fue quien dividió la tierra entre las familias.
Este primer período de su historia se conoce con el nombre de período de los jueces y comprende, entre los años 1250 a 1030 a. C.
Sin embargo los jueces no ofrecían la seguridad adecuada al pueblo hebreo que se veía amenazado por los filisteos, pueblo proveniente de Creta, y fue necesario establecer un gobierno más poderoso para asegurar la defensa del territorio.
Por esa razón los jueces fueron reemplazados por reyes, originándose a partir del siglo XI a. C. una monarquía, que controlaba a todas las tribus.
El primer rey hebreo fue Saúl que pereció en la lucha con los filisteos. Su sucesor, David, tras conquistar Jerusalén y convertirla en capital del reino realizó la expansión territorial. Su hijo Salomón, continuó la política progresista incrementando el comercio, firmando alianzas con los egipcios y fenicios, e incentivando la actividad militar. Sin embargo su obra pública, que incluyó la construcción de grandes templos, como el de Jerusalén, dedicado a Yahvé, su Dios, demandó fuertes costos sociales que incluían el trabajoobligatorio y altos impuestos.
Al morir Salomón, las tribus se dividieron conformando dos reinos: las diez tribus del norte fundaron el reino de Israel, estableciendo la capital en Samaria y las tribus de Sur, fieles a la dinastía de David, el reino de Judea, conservando como capital a Jerusalén.
Los asirios, en el año 722 a. C conquistaron el reino de Israel, subsistiendo el de Judea hasta el año 586 a. C. cuando fue conquistado por el Imperio Neobabilónico. El Templo de Jerusalén fue destruido y algunos habitantes se radicaron en Babilonia, donde residieron por espacio de 70 años, donde los judíos profundizaron su fe, como única garantía de supervivencia de su pueblo, hasta la conquista persa del territorio babilónico en el año 538 a.C. donde fueron autorizados a volver a Palestina y pudieron reconstruir el Templo.
Alejandro Magno, de Macedonia, impuso su dominio sobre los hebreos, convirtiéndose Judá en centro de batalla entre Siria y Egipto, y muchos judíos se rebelaron contra su sometimiento, entre ellos, los Macabeos, Judas y su hermano, pero murieron asesinados. En el año 60 a. C. sufrieron la conquista del Imperio Romano, quienes destruyeron el segundo Templo de Jerusalén, en el año 70, bajo el reinado del emperador Tito, al reprimir una rebelión. Así se originó la diáspora, que significa dispersión, aludiendo a la vida, que a partir de entonces llevaron los hebreos, fuera de Palestina, ya que los que sobrevivieron a esta matanza fueron vendidos como esclavos en todo el Imperio.
La particularidad de los hebreos, fue la de elaborar una religión monoteísta, erigiendo como único Dios, a Yahvé, cuya representación estaba prohibida y que había establecido una alianza con el pueblo de Israel, para realizar sus propósitos mediante las acciones humanas de este pueblo favorecido por la divinidad. Esta les había otorgado la Torá o Pentateuco, donde contaban los mandamientos de Yahvé que debían respetarse. Este pensamiento ha llegado hasta nosotros, a través de la Biblia, texto santo de casi toda la humanidad.
Creían en un mundo justo en el que los humanos debían seguir las reglas establecidas para no corromperlo. Dios enviaría un salvador a la Tierra (Mesías) que aún para los hebreos no ha llegado. Entre los cristianos ese Mesías llegó encarnado en Jesús
Radicados en Palestina, los hebreos organizaron su vida de acuerdo a ciertas características peculiares, que configuraron su cultura.
RELIGIÓN
El aspecto más peculiar de este pueblo, está dado por la religión, que signó el resto de sus manifestaciones humanas.
La idea del Dios único, por primera vez sostenida por un pueblo de la antigüedad los convirtió en pioneros del monoteísmo.
Su Dios no puede ser representado, y sus apariciones, enseñanzas, consejos y castigos, están contenidos en la Biblia (Antiguo Testamento) libro que encierra la historia del pueblo judío, que según este Libro Santo, fue el pueblo elegido de Dios.
POLÍTICA, ECONOMÍA Y COMERCIO

De una organización tribal, conformada por doce tribus, que no integraban un estado, se erigió un sistema monárquico, al culminar el siglo XI a. C. donde se le concedieron al rey amplísimos poderes, en una situación crítica, ante la amenaza filistea, siendo Saúl el primer rey, cuestionado por su pueblo, por no abandonar sus asuntos particulares, como el cuidado de la hacienda paterna. Saúl murió en lucha contra los filisteos.
El segundo rey fue David (1005-972 a. C) que le dio aproximadamente en el año 1000 a. C. una capital al reino. Fue sucedido por su hijo Salomón, que al igual que su padre, elevaron a Jerusalén a la gloria.
Salomón deseaba sacar a su pueblo de la miseria, y para ello inició actividad comercialcon la India.
La mayor parte de la población tenía como actividad la agricultura, sobre todo al cultivo de legumbres (habas y lentejas) de olivo y vid, y la ganadería. Criaban ganado equino, camélido y lanar.
Otros se dedicaban a las artesanías, realizando tejidos en lana y lino o piezas de cerámica.
Con el rey fenicio Hiram, de Tiro, Salomón estableció un vínculo societario, por el cual los fenicios aportaban los buques, que construían con su gran experiencia naval, y los hebreos suministraban el puerto de Elat, sobre el Mar Rojo, para comerciar por el Océano Índico.
Entre los productos exportados figuraban el vino y el aceite, siendo el oro de Arabia, y el cobre de Chipre, los productos más solicitados en sus importaciones, aunque también lo eran el cobre y el marfil. Las ganancias eran compartidas, entre hebreos y fenicios.
Con el dinero obtenido, Salomón pagaba una lujosa corte, que no fue bien vista por la población que a su muerte formó dos reinos. Los fieles a Salomón se agruparon al sur, estableciendo su capital en Jerusalén y los rebeldes, se radicaron al norte, con capital en Samaria.
SOCIEDAD
La sociedad estaba organizada bajo el sistema de familia patriarcal, con marcada superioridad del hombre sobre la mujer. En los templos, por ejemplo, hombres y mujeres poseen lugares diferenciales de ubicación.
Fue una sociedad que contó con mano de obra esclava, pero no fueron esclavistas. La diferencia radica en que los esclavos no fueron muy numerosos y que recibieron trato humanitario, obteniéndoselos por comercio o por ser cautivos de guerra.
Sus viviendas, ya asentados en Palestina, fueron construidas en piedra, circundadas por pequeños huertos. Antes de esta etapa, siendo nómades, habían vivido en tiendas.
Su ropa característica, era una túnica que llegaba hasta los pies, provista de flecos que según la Biblia servirían para recordar los mandamientos religiosos.
Una pequeña gorra redonda llamada kipá cubría por costumbre la cabeza de los varones hebreos, como símbolo de respeto, siendo su uso obligatorio en lugares sagrados como cementerios o templos. Su origen proviene del Talmud (comentarios rabínicos sobre la Torá), donde se enseña su uso como señal de respeto, debiéndose cubrir ante el Señor.
El talit era un chal, usado durante la liturgia, que representaba la responsabilidad, durante el día por los creyentes, y aún de noche para el que hacía el servicio religioso, cuidando siempre de que se conservara el lado derecho de la prenda.
Los tefilín, cuyo uso fue extraído de pasajes del Éxodo y del Deuteronomio, simbolizaban la salida del pueblo hebreo de Egipto Se usaban a partir de que los varones ingresaban como miembros activos en el culto o sea a partir del Bar Mitzbá que acontecía a los trece años.
Eran dos envoltorios de cuero correspondientes a un animal kasher (matados de una manera especial) donde se guardaban fragmentos bíblicos, sostenidos por dos correas, todo en color negro. Una de ellas se ataba a uno de los brazos, el que no ejecutaba tareas, como señal, y se daban sobre él siete vueltas, el otro se colocaba sobre la frente, como medida recordatoria de los preceptos religiosos. También eran un signo de humildad, ante Dios.
Estas tradiciones aún se conservan.
ARTE
No se destacaron en pintura ni en escultura, ya que en esta época la mayoría de los pueblos de la antigüedad, plasmaban imágenes religiosas en sus decoraciones, lo que les estaba prohibido a los hebreos.
En donde sí se destacaron fue en la música, siendo Samuel el creador de una escuela de música. Se usaron como instrumentos musicales, las trompetas, la flauta, el tambor, el arpa, y los cuernos de animales
La Biblia menciona la música, la danza y la poesía, siendo tres disciplinas íntimamente relacionadas y que se usaban en el culto, como demostración de júbilo y para honrar al Creador. En época del rey David, la música y la danza, atlética y libre, estuvieron a cargo de los religiosos. La danza luego fue excluida, pero persistieron en las ceremonias, la música y los himnos.
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HEBREOS
El hábitat original de los hebreos, pueblos semitas de pastores nómades, fue la península arábiga. Sin embargo, en tiempos antiguos migraron la Baja Mesopotamia, a las proximidades de la ciudad de Ur.
El término hebreo (“habiru”) significa “gente del otro lado”, es decir, los que venían del otro lado del rió Eufrates.
Hacia el siglo XVIII AC, cuando dominaba la primera Dinastía de Babilonia, este pueblo se trasladó desde Ur hasta Palestina, que antiguamente se llamaba Canaán. Es probable que el desplazamiento se haya debido a fenómenos naturales que redujeron la posibilidad de obtener alimentos, combinado con la presión ejercida por los pueblos mesopotámicos.
Los hebreos estaban organizados en tribus de pastores dirigidas por patriarcas. Según la tradición bíblica, los primeros patriarcas fueron Abraham, Isaac y Jacob. Este ultimo cambió su nombre por el de Israel, y esta nominación pasó a designar a todo el pueblo.
Tiempo después, algunos grupos hebreos se sumaron a los hicsos cuando estos invadieron Egipto en el siglo XVIII AC. Mientras los hicsos dominaron el norte de Egipto, los hebreos estuvieron protegidos, pero cuando parte de estos invasores fueron expulsados por los príncipes de Tebas, los hebreos se vieron reducidos a una situación de sometimiento durante el Imperio Nuevo. Esta permanencia conocida como el “Cautiverio de Egipto”, finalizó cuando salieron del país guiados por Moisés hacia los siglos XIV o XIII AC. Moisés guió a su pueblo por el sur del desierto de Sinaí (puesto que el norte de esta península estaba custodiado por fortalezas egipcias) para llevarlo nuevamente hacia Canaán.
LA SEGUNDA INSTALACIÓN DE LOS HEBREOS EN CANAÁN: LOS JUECES
El ingreso de los hebreos en Canaán fue muy lento, pues se produjo entre los siglos XIII y XI AC. Para poder instalarse en la región, debieron enfrentar a los pueblos cananeos establecidos en la zona. Durante estas luchas, los hebreos estuvieron organizados en doce tribus, dirigidos por jefes políticos, militares y religiosos que recibieron el nombre de Jueces.
Para unificarse ante los enemigos y fortificarse militarmente, establecieron finalmente un gobierno monárquico a fines del siglo XI AC. Esto fue posible porque en esa época no existían grandes imperios enemigos. El poderío heteo se había desplomado, Egipto estaba en decadencia y Babilonia sufría las invasiones de otros pueblos.
LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS HEBREOS
El primer rey de los hebreos fue Saúl. Su sucesor, David conquistó la ciudad de Jerusalén y la convirtió en la capital del reino. Este monarca también organizó el ejército y comenzó a crear alianzas con las ciudades fenicias. Sin embargo el apogeo del poder monárquico se produjo con Salomón en el siglo X AC. Bajo su reinado se establecieron las fiestas religiosas y se construyó el Gran Templo de Jerusalén con ayuda de arquitectos de Tiro. Asimismo el rey Ahiram de Tiro facilitó su flota a Israel para traer productos de Arabia y de las costas africanas. También fue muy intenso el comercio caravanero.
En política interior, Salomón limitó la autonomía de las tribus y organizó un sistema de impuestos para mantener a la corte a los funcionarios y al ejército. Esos gastos y la imposición de trabajo obligatorios a los habitantes disgustaron a la mayoría de la población, y ocasionaron en consecuencia, fuertes tensiones sociales.
LA DIVISIÓN DEL REINO DE ISRAEL
Al morir Salomón, al rededor del 930 AC, se produjo una división entre los hebreos. Diez tribus conformaron el Reino de Israel constituyendo su capital en Samaria. Este reino mantuvo su independencia hasta el 722 AC, cuando fue derrotado por los asirios. Al producirse esta conquista, la mayor parte de la población fue deportada y los asirios colocaron un gobernador en la zona. Las dos tribus restantes formaron el reino de Judá, con capital en Jerusalén. Judá subsistió hasta el 586 AC, año en que cayó en manos de los neobabilonios.
Durante el cautiverio se difundió la prédica de los profetas, quienes difundieron el mesianismo, es decir, la creencia en la llegada de un Mesías o salvador del pueblo hebreo.
EL MONOTEÍSMO HEBREO Y EL ANTIGUO TESTAMENTO
Un rasgo distintivo de los hebreos fue su convicción en la existencia de un dios propio, Yahvé, de esencia espiritual, indefinible e irrepresentable. Esta creencia fue evolucionando y, a partir del siglo VII AC, se plasmó en una religión monoteísta, basada en la existencia de un único Dios, creador del mundo y de los hombres.
De acuerdo con los hebreos, Yahvé los habría elegido revelándoles las verdades fundamentales de la religión e interviniendo en el desenvolvimiento de su historia. Así en la salida de Egipto hacia Canaán, Yahvé habría aparecido ante Moisés entregándole las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos.
Los textos religiosos son muy importantes para la reconstrucción de la historia hebrea, fundamentalmente la Torah (conocida como “La Ley” o el Antiguo Testamento). Existen otros libros que reconstruyen las migraciones del pueblo hebreo, sus distintas formas de organización, sus creencias y prácticas religiosas, y sus derrotas a manos de otros pueblos.
Los relatos sagrados parecen haberse transmitido en forma oral hasta que, durante los reinados de David y Salomón, se avanzó en la redacción del antiguo testamento, que quedó escrito definitivamente a fines del siglo II AC.
ECONOMÍA HEBREA
La propiedad de la tierra fue comunal en los primeros tiempos, pero cuando se establecieron por segunda vez en Palestina empezó a desarrollarse la propiedad privada.
Cultivaron la tierra y también se dedicaron a la industria y al comercio, para los que demostraron excepcionales condiciones.
Cada siete años, año sabático, la tierra se dejaba descansar.
Cada cincuenta años se celebraba el año jubilar: Descansaba la tierra, caducaban las deudas, los presos eran puestos en libertad y los que se habían visto obligados a vender sus tierras, las recuperaban, con lo que se trataba de evitar la formación de latifundios.
LEGADO HEBREO
La influencia religiosa y moral del pueblo hebreo ha sido muy grande, pues fue el precursor de los pueblos cristianos.
En primer lugar, afianzó el triunfo del monoteísmo y el de una religión espiritual y de un contenido moralizador, que proviene de la época de los profetas, pues estos predicaron que para honrar a Dios no se necesitan sacrificios ni ritos, ya que la verdadera piedad está en el corazón de los fieles.
También los profetas enseñaron que entre Yahvé y los creyentes nadie podía interponerse, y ello dá a la religión hebrea un contenido subjetivo, desconocido hasta entonces, que está expresado en el Deuteronomio: “La Ley está muy cerca de ti, la tienes en tu boca y en tu corazón”.
De esta concepción religiosa derivó una importante conclusión moral: La responsabilidad individual, a la vez que se condena la responsabilidad colectiva que castigaba al culpable, a sus descendientes y a su familia: “No se hará morir a los padres por los hijos, ni a estos por aquellos, se hará morir a cada uno por su pecado”.
La Biblia sirvió como fuente de inspiración a gran parte de la literatura y del arte del Renacimiento, además fue fuente del derecho.


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Laura Gascón 
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viernes, 2 de septiembre de 2011

Fenicios


FENICIOS
Pueblo de origen semita que se estableció en una estrecha franja costera en el Mar Mediterráneo oriental, territorio correspondiente al actual Líbano. Su suelo montañoso y no tan apto a la agricultura (aunque se esforzaron por sacarle provecho), orientó a sus habitantes hacia el comercio, en principio terrestre, hacia el este, y después marítimo.
Constituyeron ciudades-estado independientes, que prosperaron sucesivamente, gracias al intenso comercio que realizaron. Las más importantes fueron:
-                      Biblos: la primera en adquirir importancia, debido a la expansión del imperio egipcio, que hizo de esta ciudad el gran puerto de exportación de los productos;
-                      Sidón: sus habitantes llegaron a monopolizar el comercio en el Mediterráneo oriental, como agentes del imperio egipcio. Así se establecieron en las islas de Chipre, Creta, Rodas y otras del Mar Egeo; también en el territorio de Grecia; y penetraron, por último en el Mar Negro.
-                      Tiro: adquirió importancia a partir de la decadencia de Sidón, llegó a dominar todo el comercio en el Mediterráneo, desde el estrecho de Gibraltar hasta Egipto.
Cada ciudad fenicia un rey. Su poder no era absoluto ya que existían otras instituciones como el Consejo de Ancianos con el que deba compartir sus decisiones. Este consejo estaba compuesto por 100 miembros ricos mercaderes. Su función era asesorar al monarca en cuestiones de política y economía. En la cúspide de la sociedad fenicia estaban los comerciantes adinerados, que ocupaban los cargos de gobierno y manejaban los resortes del poder. El resto de la población lo componían los artesanos, los cargadores y los tripulantes de las naves. También había esclavos.
Los fenicios eran hábiles navegantes y comerciantes. Desarrollaron una importante actividad mercantil convirtiéndose prácticamente en los dueños del Mediterráneo en los siglos XI a VIII a.C. Además del comercio marítimo, recibían artículos por tierra, generalmente pequeños, traídos de Arabia. Los fenicios fueron los intermediarios entre Oriente y Occidente. Eran mercaderes de esclavos. Con la intensificación del comercio marítimo se corrió el eje económico.
En cuanto a la industria, instalaron grandes talleres en los que trabajaron sobre la materia prima existente en su territorio y en la que llevaron desde las más lejanas tierras. De esa manera, empleando tecnología propia y ajena, se convirtieron en grandes productores de armas, joyas (importaban ámbar del Báltico), utensilios de hierro y de bronce, objetos de cristal, telas teñidas, objetos de madera (cedro), perfumes y, especialmente, de barcos, que provistos inclusive de navegantes, sirvieron a todos los pueblos de aquella lejana época de la historia de la humanidad.
Desarrollaron una importante industria artesanal. Estaban muy atentos a las ganancias y fabricaban en serie los objetos de éxito. Con oro y plata fabricaron alhajas; con el bronce, armas y utensilios de uso doméstico. También utilizaron el cobre y el estaño para distintos objetos. Sus tejidos eran muy apreciados en las zonas que comerciaban, sobre todo por sus colores. Teñían las telas utilizando un colorante (púrpura) obtenido de un molusco del Mediterráneo, el múrice. Fabricaron vidrio transparente y coloreado; con él realizaron objetos de variada utilización y muy apreciados en el Cercano Oriente.
Los fenicios no contaban sus secretos “profesionales”, según los historiadores clásicos eran mentirosos, preocupados por mantener el monopolio del comercio marítimo. Practicaban la navegación diurna y costera, llegaron hasta el océano pero no tenían las embarcaciones adecuadas. Eran los “fleteros” del Mediterráneo.
Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esas escalas fueron transformándose en establecimientos permanentes que permitieran el almacenamiento y el comercio estable con los pueblos indígenas, que la historiografía denomina factorías. Algunas de ellas se convirtieron en colonias (ciudades): Cartago, Palermo, Olbia, Ibiza (Ebessus), Cádiz (Gadir), Málaga, Cartagena (Nueva Cartago), etc.
El aporte más novedoso de la civilización fenicia fue el alfabeto, última etapa de un proceso de evolución de la escritura. Ya en Mesopotamia y Egipto habían incorporado algunos fonemas (sonidos simples de la garganta) a los sistemas de escritura existentes; pero los fenicios entendieron que la garganta humana sólo puede emitir un número limitado de fonemas, y los sistematizaron. A cada fonema le asociaron un símbolo para representar los sonidos simples de las consonantes. Esto tuvo, por una parte, una consecuencia de carácter social: leer y escribir ya no fue patrimonio de un pequeño grupo especializado, sino que se hizo accesible a una mayor cantidad de personas. Por otra parte, los mercaderes lo llevaron por todo el mundo conocido y fue adoptado por los diferentes pueblos con los que tomaban contacto.
Religión. Los fenicios eran politeístas. Reconocían como dios supremo al sol (El o Baal). La luna (Astarté, diosa del amor y de la primavera) también era divinizada, y considerada su esposa. También tenían dioses de la vegetación, quienes morían en invierno y resucitaban en primavera a semejanza de ¡os ciclos naturales. Uno de ellos era Adonis, representado como un joven de gran belleza, adorado en Biblos. El dios de los navegantes era Melkart.
Docente : Laura Gascón 


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