viernes, 2 de septiembre de 2011

Fenicios


FENICIOS
Pueblo de origen semita que se estableció en una estrecha franja costera en el Mar Mediterráneo oriental, territorio correspondiente al actual Líbano. Su suelo montañoso y no tan apto a la agricultura (aunque se esforzaron por sacarle provecho), orientó a sus habitantes hacia el comercio, en principio terrestre, hacia el este, y después marítimo.
Constituyeron ciudades-estado independientes, que prosperaron sucesivamente, gracias al intenso comercio que realizaron. Las más importantes fueron:
-                      Biblos: la primera en adquirir importancia, debido a la expansión del imperio egipcio, que hizo de esta ciudad el gran puerto de exportación de los productos;
-                      Sidón: sus habitantes llegaron a monopolizar el comercio en el Mediterráneo oriental, como agentes del imperio egipcio. Así se establecieron en las islas de Chipre, Creta, Rodas y otras del Mar Egeo; también en el territorio de Grecia; y penetraron, por último en el Mar Negro.
-                      Tiro: adquirió importancia a partir de la decadencia de Sidón, llegó a dominar todo el comercio en el Mediterráneo, desde el estrecho de Gibraltar hasta Egipto.
Cada ciudad fenicia un rey. Su poder no era absoluto ya que existían otras instituciones como el Consejo de Ancianos con el que deba compartir sus decisiones. Este consejo estaba compuesto por 100 miembros ricos mercaderes. Su función era asesorar al monarca en cuestiones de política y economía. En la cúspide de la sociedad fenicia estaban los comerciantes adinerados, que ocupaban los cargos de gobierno y manejaban los resortes del poder. El resto de la población lo componían los artesanos, los cargadores y los tripulantes de las naves. También había esclavos.
Los fenicios eran hábiles navegantes y comerciantes. Desarrollaron una importante actividad mercantil convirtiéndose prácticamente en los dueños del Mediterráneo en los siglos XI a VIII a.C. Además del comercio marítimo, recibían artículos por tierra, generalmente pequeños, traídos de Arabia. Los fenicios fueron los intermediarios entre Oriente y Occidente. Eran mercaderes de esclavos. Con la intensificación del comercio marítimo se corrió el eje económico.
En cuanto a la industria, instalaron grandes talleres en los que trabajaron sobre la materia prima existente en su territorio y en la que llevaron desde las más lejanas tierras. De esa manera, empleando tecnología propia y ajena, se convirtieron en grandes productores de armas, joyas (importaban ámbar del Báltico), utensilios de hierro y de bronce, objetos de cristal, telas teñidas, objetos de madera (cedro), perfumes y, especialmente, de barcos, que provistos inclusive de navegantes, sirvieron a todos los pueblos de aquella lejana época de la historia de la humanidad.
Desarrollaron una importante industria artesanal. Estaban muy atentos a las ganancias y fabricaban en serie los objetos de éxito. Con oro y plata fabricaron alhajas; con el bronce, armas y utensilios de uso doméstico. También utilizaron el cobre y el estaño para distintos objetos. Sus tejidos eran muy apreciados en las zonas que comerciaban, sobre todo por sus colores. Teñían las telas utilizando un colorante (púrpura) obtenido de un molusco del Mediterráneo, el múrice. Fabricaron vidrio transparente y coloreado; con él realizaron objetos de variada utilización y muy apreciados en el Cercano Oriente.
Los fenicios no contaban sus secretos “profesionales”, según los historiadores clásicos eran mentirosos, preocupados por mantener el monopolio del comercio marítimo. Practicaban la navegación diurna y costera, llegaron hasta el océano pero no tenían las embarcaciones adecuadas. Eran los “fleteros” del Mediterráneo.
Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esas escalas fueron transformándose en establecimientos permanentes que permitieran el almacenamiento y el comercio estable con los pueblos indígenas, que la historiografía denomina factorías. Algunas de ellas se convirtieron en colonias (ciudades): Cartago, Palermo, Olbia, Ibiza (Ebessus), Cádiz (Gadir), Málaga, Cartagena (Nueva Cartago), etc.
El aporte más novedoso de la civilización fenicia fue el alfabeto, última etapa de un proceso de evolución de la escritura. Ya en Mesopotamia y Egipto habían incorporado algunos fonemas (sonidos simples de la garganta) a los sistemas de escritura existentes; pero los fenicios entendieron que la garganta humana sólo puede emitir un número limitado de fonemas, y los sistematizaron. A cada fonema le asociaron un símbolo para representar los sonidos simples de las consonantes. Esto tuvo, por una parte, una consecuencia de carácter social: leer y escribir ya no fue patrimonio de un pequeño grupo especializado, sino que se hizo accesible a una mayor cantidad de personas. Por otra parte, los mercaderes lo llevaron por todo el mundo conocido y fue adoptado por los diferentes pueblos con los que tomaban contacto.
Religión. Los fenicios eran politeístas. Reconocían como dios supremo al sol (El o Baal). La luna (Astarté, diosa del amor y de la primavera) también era divinizada, y considerada su esposa. También tenían dioses de la vegetación, quienes morían en invierno y resucitaban en primavera a semejanza de ¡os ciclos naturales. Uno de ellos era Adonis, representado como un joven de gran belleza, adorado en Biblos. El dios de los navegantes era Melkart.
Docente : Laura Gascón 


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