lunes, 5 de septiembre de 2011

Los Hebreos


Hebreos

Originarios de la Baja Mesopotamia, se dirigieron, conducidos por Abraham, hacia el siglo XIX a. C. hacia Palestina, llamada Canaán, una región cálida, situada entre el desierto de Arabia y el mar, donde sólo llueve en invierno, y por lo tanto hay grandes extensiones de tierras áridas, distinguiéndose cuatro regiones: las costas del mar Mediterráneo, las montañas de Galilea, Samaria y Judea, los valles y el desierto.
Los hebreos, pueblo de origen semita y conformado por pastores nómades, estaban organizados en 12 tribus.
Por medio de la violencia o fusionándose con otros pueblos fueron ocupando el territorio palestino, tomando cada una de las tribus territorios bajo su dominio.
Cada tribu estaba gobernada posiblemente por un consejo de ancianos y ante conflictos de gravedad extrema como una guerra o crisis interna, se elegía un Juez o líder. Uno de sos líderes fue Moisés, quien logró liberar a su pueblo del cautiverio egipcio al que se vieron sometidos y recibió de dios, las Tablas de la Ley, en el monte Sinaí.
Su lugarteniente, Josué, que había dirigido la conquista del territorio, fue quien dividió la tierra entre las familias.
Este primer período de su historia se conoce con el nombre de período de los jueces y comprende, entre los años 1250 a 1030 a. C.
Sin embargo los jueces no ofrecían la seguridad adecuada al pueblo hebreo que se veía amenazado por los filisteos, pueblo proveniente de Creta, y fue necesario establecer un gobierno más poderoso para asegurar la defensa del territorio.
Por esa razón los jueces fueron reemplazados por reyes, originándose a partir del siglo XI a. C. una monarquía, que controlaba a todas las tribus.
El primer rey hebreo fue Saúl que pereció en la lucha con los filisteos. Su sucesor, David, tras conquistar Jerusalén y convertirla en capital del reino realizó la expansión territorial. Su hijo Salomón, continuó la política progresista incrementando el comercio, firmando alianzas con los egipcios y fenicios, e incentivando la actividad militar. Sin embargo su obra pública, que incluyó la construcción de grandes templos, como el de Jerusalén, dedicado a Yahvé, su Dios, demandó fuertes costos sociales que incluían el trabajoobligatorio y altos impuestos.
Al morir Salomón, las tribus se dividieron conformando dos reinos: las diez tribus del norte fundaron el reino de Israel, estableciendo la capital en Samaria y las tribus de Sur, fieles a la dinastía de David, el reino de Judea, conservando como capital a Jerusalén.
Los asirios, en el año 722 a. C conquistaron el reino de Israel, subsistiendo el de Judea hasta el año 586 a. C. cuando fue conquistado por el Imperio Neobabilónico. El Templo de Jerusalén fue destruido y algunos habitantes se radicaron en Babilonia, donde residieron por espacio de 70 años, donde los judíos profundizaron su fe, como única garantía de supervivencia de su pueblo, hasta la conquista persa del territorio babilónico en el año 538 a.C. donde fueron autorizados a volver a Palestina y pudieron reconstruir el Templo.
Alejandro Magno, de Macedonia, impuso su dominio sobre los hebreos, convirtiéndose Judá en centro de batalla entre Siria y Egipto, y muchos judíos se rebelaron contra su sometimiento, entre ellos, los Macabeos, Judas y su hermano, pero murieron asesinados. En el año 60 a. C. sufrieron la conquista del Imperio Romano, quienes destruyeron el segundo Templo de Jerusalén, en el año 70, bajo el reinado del emperador Tito, al reprimir una rebelión. Así se originó la diáspora, que significa dispersión, aludiendo a la vida, que a partir de entonces llevaron los hebreos, fuera de Palestina, ya que los que sobrevivieron a esta matanza fueron vendidos como esclavos en todo el Imperio.
La particularidad de los hebreos, fue la de elaborar una religión monoteísta, erigiendo como único Dios, a Yahvé, cuya representación estaba prohibida y que había establecido una alianza con el pueblo de Israel, para realizar sus propósitos mediante las acciones humanas de este pueblo favorecido por la divinidad. Esta les había otorgado la Torá o Pentateuco, donde contaban los mandamientos de Yahvé que debían respetarse. Este pensamiento ha llegado hasta nosotros, a través de la Biblia, texto santo de casi toda la humanidad.
Creían en un mundo justo en el que los humanos debían seguir las reglas establecidas para no corromperlo. Dios enviaría un salvador a la Tierra (Mesías) que aún para los hebreos no ha llegado. Entre los cristianos ese Mesías llegó encarnado en Jesús
Radicados en Palestina, los hebreos organizaron su vida de acuerdo a ciertas características peculiares, que configuraron su cultura.
RELIGIÓN
El aspecto más peculiar de este pueblo, está dado por la religión, que signó el resto de sus manifestaciones humanas.
La idea del Dios único, por primera vez sostenida por un pueblo de la antigüedad los convirtió en pioneros del monoteísmo.
Su Dios no puede ser representado, y sus apariciones, enseñanzas, consejos y castigos, están contenidos en la Biblia (Antiguo Testamento) libro que encierra la historia del pueblo judío, que según este Libro Santo, fue el pueblo elegido de Dios.
POLÍTICA, ECONOMÍA Y COMERCIO

De una organización tribal, conformada por doce tribus, que no integraban un estado, se erigió un sistema monárquico, al culminar el siglo XI a. C. donde se le concedieron al rey amplísimos poderes, en una situación crítica, ante la amenaza filistea, siendo Saúl el primer rey, cuestionado por su pueblo, por no abandonar sus asuntos particulares, como el cuidado de la hacienda paterna. Saúl murió en lucha contra los filisteos.
El segundo rey fue David (1005-972 a. C) que le dio aproximadamente en el año 1000 a. C. una capital al reino. Fue sucedido por su hijo Salomón, que al igual que su padre, elevaron a Jerusalén a la gloria.
Salomón deseaba sacar a su pueblo de la miseria, y para ello inició actividad comercialcon la India.
La mayor parte de la población tenía como actividad la agricultura, sobre todo al cultivo de legumbres (habas y lentejas) de olivo y vid, y la ganadería. Criaban ganado equino, camélido y lanar.
Otros se dedicaban a las artesanías, realizando tejidos en lana y lino o piezas de cerámica.
Con el rey fenicio Hiram, de Tiro, Salomón estableció un vínculo societario, por el cual los fenicios aportaban los buques, que construían con su gran experiencia naval, y los hebreos suministraban el puerto de Elat, sobre el Mar Rojo, para comerciar por el Océano Índico.
Entre los productos exportados figuraban el vino y el aceite, siendo el oro de Arabia, y el cobre de Chipre, los productos más solicitados en sus importaciones, aunque también lo eran el cobre y el marfil. Las ganancias eran compartidas, entre hebreos y fenicios.
Con el dinero obtenido, Salomón pagaba una lujosa corte, que no fue bien vista por la población que a su muerte formó dos reinos. Los fieles a Salomón se agruparon al sur, estableciendo su capital en Jerusalén y los rebeldes, se radicaron al norte, con capital en Samaria.
SOCIEDAD
La sociedad estaba organizada bajo el sistema de familia patriarcal, con marcada superioridad del hombre sobre la mujer. En los templos, por ejemplo, hombres y mujeres poseen lugares diferenciales de ubicación.
Fue una sociedad que contó con mano de obra esclava, pero no fueron esclavistas. La diferencia radica en que los esclavos no fueron muy numerosos y que recibieron trato humanitario, obteniéndoselos por comercio o por ser cautivos de guerra.
Sus viviendas, ya asentados en Palestina, fueron construidas en piedra, circundadas por pequeños huertos. Antes de esta etapa, siendo nómades, habían vivido en tiendas.
Su ropa característica, era una túnica que llegaba hasta los pies, provista de flecos que según la Biblia servirían para recordar los mandamientos religiosos.
Una pequeña gorra redonda llamada kipá cubría por costumbre la cabeza de los varones hebreos, como símbolo de respeto, siendo su uso obligatorio en lugares sagrados como cementerios o templos. Su origen proviene del Talmud (comentarios rabínicos sobre la Torá), donde se enseña su uso como señal de respeto, debiéndose cubrir ante el Señor.
El talit era un chal, usado durante la liturgia, que representaba la responsabilidad, durante el día por los creyentes, y aún de noche para el que hacía el servicio religioso, cuidando siempre de que se conservara el lado derecho de la prenda.
Los tefilín, cuyo uso fue extraído de pasajes del Éxodo y del Deuteronomio, simbolizaban la salida del pueblo hebreo de Egipto Se usaban a partir de que los varones ingresaban como miembros activos en el culto o sea a partir del Bar Mitzbá que acontecía a los trece años.
Eran dos envoltorios de cuero correspondientes a un animal kasher (matados de una manera especial) donde se guardaban fragmentos bíblicos, sostenidos por dos correas, todo en color negro. Una de ellas se ataba a uno de los brazos, el que no ejecutaba tareas, como señal, y se daban sobre él siete vueltas, el otro se colocaba sobre la frente, como medida recordatoria de los preceptos religiosos. También eran un signo de humildad, ante Dios.
Estas tradiciones aún se conservan.
ARTE
No se destacaron en pintura ni en escultura, ya que en esta época la mayoría de los pueblos de la antigüedad, plasmaban imágenes religiosas en sus decoraciones, lo que les estaba prohibido a los hebreos.
En donde sí se destacaron fue en la música, siendo Samuel el creador de una escuela de música. Se usaron como instrumentos musicales, las trompetas, la flauta, el tambor, el arpa, y los cuernos de animales
La Biblia menciona la música, la danza y la poesía, siendo tres disciplinas íntimamente relacionadas y que se usaban en el culto, como demostración de júbilo y para honrar al Creador. En época del rey David, la música y la danza, atlética y libre, estuvieron a cargo de los religiosos. La danza luego fue excluida, pero persistieron en las ceremonias, la música y los himnos.
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HEBREOS
El hábitat original de los hebreos, pueblos semitas de pastores nómades, fue la península arábiga. Sin embargo, en tiempos antiguos migraron la Baja Mesopotamia, a las proximidades de la ciudad de Ur.
El término hebreo (“habiru”) significa “gente del otro lado”, es decir, los que venían del otro lado del rió Eufrates.
Hacia el siglo XVIII AC, cuando dominaba la primera Dinastía de Babilonia, este pueblo se trasladó desde Ur hasta Palestina, que antiguamente se llamaba Canaán. Es probable que el desplazamiento se haya debido a fenómenos naturales que redujeron la posibilidad de obtener alimentos, combinado con la presión ejercida por los pueblos mesopotámicos.
Los hebreos estaban organizados en tribus de pastores dirigidas por patriarcas. Según la tradición bíblica, los primeros patriarcas fueron Abraham, Isaac y Jacob. Este ultimo cambió su nombre por el de Israel, y esta nominación pasó a designar a todo el pueblo.
Tiempo después, algunos grupos hebreos se sumaron a los hicsos cuando estos invadieron Egipto en el siglo XVIII AC. Mientras los hicsos dominaron el norte de Egipto, los hebreos estuvieron protegidos, pero cuando parte de estos invasores fueron expulsados por los príncipes de Tebas, los hebreos se vieron reducidos a una situación de sometimiento durante el Imperio Nuevo. Esta permanencia conocida como el “Cautiverio de Egipto”, finalizó cuando salieron del país guiados por Moisés hacia los siglos XIV o XIII AC. Moisés guió a su pueblo por el sur del desierto de Sinaí (puesto que el norte de esta península estaba custodiado por fortalezas egipcias) para llevarlo nuevamente hacia Canaán.
LA SEGUNDA INSTALACIÓN DE LOS HEBREOS EN CANAÁN: LOS JUECES
El ingreso de los hebreos en Canaán fue muy lento, pues se produjo entre los siglos XIII y XI AC. Para poder instalarse en la región, debieron enfrentar a los pueblos cananeos establecidos en la zona. Durante estas luchas, los hebreos estuvieron organizados en doce tribus, dirigidos por jefes políticos, militares y religiosos que recibieron el nombre de Jueces.
Para unificarse ante los enemigos y fortificarse militarmente, establecieron finalmente un gobierno monárquico a fines del siglo XI AC. Esto fue posible porque en esa época no existían grandes imperios enemigos. El poderío heteo se había desplomado, Egipto estaba en decadencia y Babilonia sufría las invasiones de otros pueblos.
LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS HEBREOS
El primer rey de los hebreos fue Saúl. Su sucesor, David conquistó la ciudad de Jerusalén y la convirtió en la capital del reino. Este monarca también organizó el ejército y comenzó a crear alianzas con las ciudades fenicias. Sin embargo el apogeo del poder monárquico se produjo con Salomón en el siglo X AC. Bajo su reinado se establecieron las fiestas religiosas y se construyó el Gran Templo de Jerusalén con ayuda de arquitectos de Tiro. Asimismo el rey Ahiram de Tiro facilitó su flota a Israel para traer productos de Arabia y de las costas africanas. También fue muy intenso el comercio caravanero.
En política interior, Salomón limitó la autonomía de las tribus y organizó un sistema de impuestos para mantener a la corte a los funcionarios y al ejército. Esos gastos y la imposición de trabajo obligatorios a los habitantes disgustaron a la mayoría de la población, y ocasionaron en consecuencia, fuertes tensiones sociales.
LA DIVISIÓN DEL REINO DE ISRAEL
Al morir Salomón, al rededor del 930 AC, se produjo una división entre los hebreos. Diez tribus conformaron el Reino de Israel constituyendo su capital en Samaria. Este reino mantuvo su independencia hasta el 722 AC, cuando fue derrotado por los asirios. Al producirse esta conquista, la mayor parte de la población fue deportada y los asirios colocaron un gobernador en la zona. Las dos tribus restantes formaron el reino de Judá, con capital en Jerusalén. Judá subsistió hasta el 586 AC, año en que cayó en manos de los neobabilonios.
Durante el cautiverio se difundió la prédica de los profetas, quienes difundieron el mesianismo, es decir, la creencia en la llegada de un Mesías o salvador del pueblo hebreo.
EL MONOTEÍSMO HEBREO Y EL ANTIGUO TESTAMENTO
Un rasgo distintivo de los hebreos fue su convicción en la existencia de un dios propio, Yahvé, de esencia espiritual, indefinible e irrepresentable. Esta creencia fue evolucionando y, a partir del siglo VII AC, se plasmó en una religión monoteísta, basada en la existencia de un único Dios, creador del mundo y de los hombres.
De acuerdo con los hebreos, Yahvé los habría elegido revelándoles las verdades fundamentales de la religión e interviniendo en el desenvolvimiento de su historia. Así en la salida de Egipto hacia Canaán, Yahvé habría aparecido ante Moisés entregándole las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos.
Los textos religiosos son muy importantes para la reconstrucción de la historia hebrea, fundamentalmente la Torah (conocida como “La Ley” o el Antiguo Testamento). Existen otros libros que reconstruyen las migraciones del pueblo hebreo, sus distintas formas de organización, sus creencias y prácticas religiosas, y sus derrotas a manos de otros pueblos.
Los relatos sagrados parecen haberse transmitido en forma oral hasta que, durante los reinados de David y Salomón, se avanzó en la redacción del antiguo testamento, que quedó escrito definitivamente a fines del siglo II AC.
ECONOMÍA HEBREA
La propiedad de la tierra fue comunal en los primeros tiempos, pero cuando se establecieron por segunda vez en Palestina empezó a desarrollarse la propiedad privada.
Cultivaron la tierra y también se dedicaron a la industria y al comercio, para los que demostraron excepcionales condiciones.
Cada siete años, año sabático, la tierra se dejaba descansar.
Cada cincuenta años se celebraba el año jubilar: Descansaba la tierra, caducaban las deudas, los presos eran puestos en libertad y los que se habían visto obligados a vender sus tierras, las recuperaban, con lo que se trataba de evitar la formación de latifundios.
LEGADO HEBREO
La influencia religiosa y moral del pueblo hebreo ha sido muy grande, pues fue el precursor de los pueblos cristianos.
En primer lugar, afianzó el triunfo del monoteísmo y el de una religión espiritual y de un contenido moralizador, que proviene de la época de los profetas, pues estos predicaron que para honrar a Dios no se necesitan sacrificios ni ritos, ya que la verdadera piedad está en el corazón de los fieles.
También los profetas enseñaron que entre Yahvé y los creyentes nadie podía interponerse, y ello dá a la religión hebrea un contenido subjetivo, desconocido hasta entonces, que está expresado en el Deuteronomio: “La Ley está muy cerca de ti, la tienes en tu boca y en tu corazón”.
De esta concepción religiosa derivó una importante conclusión moral: La responsabilidad individual, a la vez que se condena la responsabilidad colectiva que castigaba al culpable, a sus descendientes y a su familia: “No se hará morir a los padres por los hijos, ni a estos por aquellos, se hará morir a cada uno por su pecado”.
La Biblia sirvió como fuente de inspiración a gran parte de la literatura y del arte del Renacimiento, además fue fuente del derecho.


Por consultas:

Laura Gascón 
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